miércoles, 18 de marzo de 2015

Los Reyes, entre bambalinas

El pasado viernes terminaron las representaciones en el Teatro Real de la ópera "El público", con libreto de Andrés Ibáñez, basado en la obra homónima de Federico García Lorca; y música de Mauricio Sotelo. Se trataba de un estreno mundial gestado por el fallecido Gerard Mortier. Para llevar adelante el proyecto ha contado con la dirección de escena de Robert Castro, discípulo de Peter Sellars, la batuta de Pablo Heras-Casado y un elenco en que no podía faltar la presencia flamenca, leit motiv en la obra de Sotelo, con la voz de Arcángel  y el baile desgarrador de Rubén Olmo, que protagoniza algunos de los momentos memorables.

Trabajo complejo y de notables resultados, en un escenario donde los estrenos no son especialmente bien recibidos, la última función contó con la presencia de Felipe VI  y Doña Letizia, que ocuparon el palco real. Pero su presencia no se quedó ahí. Tras la representación ambos fueron a saludar a los artistas sobre el escenario. A telón bajado, volvieron a sonar algunos compases flamencos que hicieron las delicias de los Reyes y que fueron acompañados por palmas, incluidas, según me cuentan, las de los Monarcas, que con su presencia ofrecieron un estupendo ejemplo de compromiso con nuestro Patrimonio (Lorca)  y con la nueva creación (Sotelo). 

Imagen de los Reyes, tras la función de "El público", colgada en Facebook

sábado, 14 de marzo de 2015

"Fantochines", una recuperación y un descubrimiento

Estrenada en 1923, y con un recorrido nacional e internacional que duró hasta 1935, la ópera "Fantochines", compuesta por Conrado del Campo, ha vuelto a los escenarios. Los  responsables de esta recuperación han sido la Fundación Juan March, en colaboración con el Teatro de la Zarzuela, mientras que José Antonio Montaño, director musical del proyecto, se ha ocupado de realizar una nueva edición de una partitura que se creía perdida después de la II Guerra Mundial.

Con este nuevo título operístico, la Fundación Juan March cumple con varios de sus objetivos: la recuperación y divulgación del patrimonio español, y la ampliación de actividades y retos. Con una programación ceñida habitualmente a los conciertos de pequeño formato, la institución madrileña se sumergió el año pasado en la presentación de música escenifcada con la producción "Cendrillon". La experiencia resultó positiva y esta temporada han recuperado la partitura de Conrado del Campo, que se enmarca dentro de un ciclo dedicado al compositor español.

El año pasado no pude acercarme a ver "Cendrillon", pero ahora sí he podido disfrutar de "Fantochines". Una ópera de cámara de extraodinaria dificultad para los cantantes (Sonia de Munck  y Borja Quiza), que resuelven con soltura, con una deliciosa puesta en escena, firmada por Tomás Muñoz, que sabe sacar partido a un espacio no especialmente proclive para este tipo de espectáculos. El reto era difícil y el resultado sobresaliente. "Hemos hecho un esfuerzo titánico", reconoce Miguel Ángel Marín, responsable de las actividades musicales de la fundación, visiblemente satisfecho con el espectáculo.

Sobre un escenario que juega inteligentemente con la perspectiva y la luz, el director de escena combina marionetas, dos cantantes y un maestro de ceremonias (Fabio Barrutia), que conjugan perfectamente la parte vocal y dramática.

La orquesta de cámara, formada por ocho músicos procedentes de la Orcam (a excepción del pianista, Borja Mariño), es quizá la que padece más en este espacio no operistico. Un obstáculo que resuelve Montaño con solvencia.

La historia no encierra muchos secretos: un enredo amoroso, en el que la picardia se impone a la picaresta, enmarcado en una ambientación romántica. Un argumento apto para todos los públicos lo que ha permitido que la ópera haya sido representada para adolescentes, en dos funciones escolares, con gran éxito.

Éxito que se ha repetido en las representaciones para el público general, de las que todavía quedan dos (14 y 15 de marzo), que ha llenado la sala y que sale encantado de la función.

"Fantochines" es pues una recuperación, pero también un descubrimiento al ver cómo la Fundación Juan March ha logrado gestionar su espacio, ofreciendo un espectáculo delicioso, al que tienen acceso todos los públicos, por temática y por precio, pues la entrada es gratuita, como el resto de actividades que organiza la institución madrileña. Así que ya no hay excusa para seguir diciendo que la ópera es elitista.

Un momento de la representación de "Fantochines"






viernes, 13 de marzo de 2015

Bibiana Fernández presentará los Goya de la Ópera

Cuenta atrás para la celebración de la gala de los IX premios Líricos Fundación Teatro Campoamor de Oviedo, conocidos como los Goya de la Ópera. Aunque desde hace meses ya se conocen los ganadores de estos galardones, que reconocen los mejores intérpretes y producciones líricas del año anterior, se acaban de confirmar quienes ejercerán de maestros de ceremonia en esta gran fiesta de la música. 
 
En esta ocasión se ocuparán de conducir la velada, que tendrá lugar el 28 de marzo, la actriz y exchica Almodóvar, Bibiana Fernández, que estará acompañada por el tenor José Manuel Zapata, que repite en este cometido (presentó los premios en la segunda edición, un año después de ser galardonado). 

Bibiana Fernández es una compañera de altura, "me saca cabeza y media", bromea Zapata con su habitual sentido del humor, un tándem que hará las delicias del público que cada año llena el Teatro Campoamor, escenario cada año de estos galardones así como de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias.

El director de la gala elegido para este año es Joan Antón Rechi, colaborador habitual de Calixto Bieito, que ya la dirigió hace un par de años con gran éxito. Bieito también tiró en aquella ocasión de la cantera de las chicas Almodóvar al invitar a la estupenda Rossy de Palma, que estuvo arropada por el contratenor Xavier Xabata. 
 
Al frente de la Oviedo Filarmonía se situará en la IX edición de los premios el director Oliver Díaz.
 
Entre los galardonados, se encuentran el barítono malagueño Carlos Álvarez, el director de orquesta Zubin Mehta, el polémico director de escena Dmitri Tcherniakov, el barítono alemán Christina Gerhaher, la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero y  el crítico musical Carlos Gómez Amat, entre otros.
 
 Zubin Mehta, galardonado como mejor director

miércoles, 11 de febrero de 2015

Jaque mate a la Concertgebouw Orchestra

El gran maestro de ajedrez Gennadi Sosonko ha dado una paliza soberana a la Orquesta del Concertgebouw, incluyendo a su titular Mariss Jansons, que afronta su última temporada, según ha reconocido la propia formación en su página de Facebook.
 
Mariss Jansons, a la derecha, estudia la jugada

Esta semana en una partida simultánea, promovida por Jansons y organizada por el clarinetista de la orquesta Davide Pietro Lattuada, los músicos dejaron los instrumentos por unos minutos para enfrentarse al talento de Sosonko. Seguro que la experiencia fue interesante y divertida, aunque tal vez algún ego se fue un poco dolorido a casa. 

Fotos: Anne Dokter

Un podio para las directoras de orquesta

La página web bachtrack presenta cada año un informe sobre el desarrollo de la música clásica durante el ejercicio anterior, sobre las obras más interpretadas o los solistas y los directores de orquesta con mayor actividad.

Si en los datos de 2014 reseñaba como novedad la bajada de la media de edad de estos últimos, algo que parece inalterable es la frecuencia con que las mujeres se suben a los podios de todo el mundo. En ese año, la primera en aparecer en la lista es la estadounidense Marin Alsop, en el puesto número 42. Le siguen Xian Zhang (54), Simone Young (85), Jane Glover (91) y JoAnn Falletta (149). Esto es, hay cinco mujeres entre los 150 primeros lugares. 

Aunque no soy muy partidaria de las cuotas ni de la discriminación positiva, creo que hay muchas más directoras que deberían o podrían estar mejor situadas en la lista. ¿Por qué no lo están? Quizá por la falta de confianza de los programadores, alimentada a veces por comentarios muy desafortunados de algunos colegas masculinos, que todavía consideran la dirección de orquesta como un coto exclusivo de hombres. Basta recordar el realizado el año pasado por el ruso Yuri Temirkanov, que consideraba que la mujeres no eran aptas para dirigir orquestas. Hay otros, como un conocidísimo y prestigioso director que nos visitó el año pasado, que consideran la posibilidad de que la féminas se pongan al frente de una agrupación, "pero sin vestirse como hombres". 

Es por ello que se reciben con alegría algunas iniciativas que intentan paliar esta carencia y tal vez abrir un hueco a un colectivo un tanto ignorado. Me refiero a la reciente creación de un Instituto para Mujeres Directoras, un programa en residencia creado por la Ópera de Dallas con el fin de promover el talento femenino. Esta propuesta se suma a otras, también surgidas en Estados Unidos, como la creada por la propia Alsop, que mencionaba más arriba. La directora de orquesta estadounidense fundó en 2002 la beca Taki Concordia Conducting. Un puente para ayudar a las jóvenes directoras a integrarse en el mundo laboral, en el que ha contado con la colaboración de importantes nombres de la batuta, como Bernard Haitink, Michael Tilson Thomas o Leonard Slatkin.

Espero que esto contribuya a concienciar, al menos, a orquestas, gestores y programadores parra descubrir y apoyar a una nueva generación de directoras. Y ya, por pedir, ¿por qué no una mujer al frente del Concierto de Año Nuevo en Viena? Eso sí que sería un buen síntoma de que las cosas están cambiando.

Marin Alsop Foto: Grant Leighton